[ad_1]
Al momento de su lanzamiento en 2010, Speak Now significó un hito en la carrera de Taylor Swift. El trabajo fue creado durante su primera gira personal y fue la primera vez en la que la artista, que en ese entonces tenía 20 años, había escrito todas las canciones para uno de sus discos. Trece años más tarde, su tercer álbum de estudio también es el tercero que vuelve a grabar como parte de su proyecto que pretende reapropiarse de su trabajo, el cual está en manos de ciertas entidades que poseen los masters de sus primeros seis LP.
Swift escribió y grabó Speak Now durante el final de sus años de adolescencia. Su forma de componer, que tenía raíces country pero a la vez tomaba inspiración de la ola pop-rock popularizada por el Warped Tour, era profunda y estaba llena de detalles reveladores incrustados en historias bien contadas. Coros intensos como el de la romántica ‘Mine’ son más despreocupados, mientras que otros cortes más profundos como la punzante ‘Dear John’ y la pesarosa ‘Back to December’, son más precisos a la hora de hacer que quien los escuche sienta la aflicción de Swift. Aun así, su espíritu juvenil se logra percibir a ratos. Canciones como la que titula el LP (una fantasía en donde se niega a callar para siempre en una boda) y la tierna ‘Enchanted’ (una crónica sobre el amor a primera vista), tienen una percepción del amor romántico repleta de fantasías y, en ocasiones, de posesividad.
Speak Now: Taylor’s Version, que según Swift fue grabado cuando tenía 32 años (es decir, entre diciembre de 2021 y de 2022), a nivel sonoro es considerablemente fiel al original. La cantautora y el ingeniero de sonido Christopher Rowe hicieron que la producción fuese más tosca que la versión country de 2010, pero en realidad casi no hay novedad. Hoy en día, Swift tiene más control sobre la voz, sin embargo, aquí canaliza con gusto la efusividad que tenía antes, logrando momentos emocionantes como el puente de ‘Mean’ (donde llama a alguien “mentiroso, patético, solitario y patán”).
La mayor diferencia que existe es el cambio de la letra en la vengativa ‘Better Than Revenge’, que en su momento fue considerada un poco misógina al estar dedicada a las chicas “roba-novios”. Específicamente, por la línea de que su enemiga era “mejor conocida por las cosas que hacía en la cama”. El nuevo verso de, “Él era como una polilla y ella sostenía la luz”, no solo encaja a la perfección, sino también le echa la culpa a la tendencia de su ex de distraerse con objetos deslumbrantes.
Las seis canciones que se rescataron de la bóveda de Swift ofrecen un panorama más amplio de quién era ella durante su transición de fenómeno country-pop a artista de talla mundial. Al mismo tiempo, dos figuras prominentes del pop punk de esa época tienen apariciones aquí. El frontman de Fall Out Boy, Patrick Stump, hace de su interés romántico en ‘Electric Touch’, que en cuatro minutos de pop cautivador resume la ansiedad que se siente antes de una cita. Hayley Williams de Paramore aparece en ‘Castles Crumbling’, una balada sincera y personal que encaja con ‘Innocent’, el corte de Speak Now escrito en medio de la controversia de los MTV Video Music Awards de 2009, cuando Kanye West le arrebató el micrófono a Swift durante su discurso de aceptación.
La pícara ‘I Can See You’ es la más sorprendente de las canciones nuevas gracias a los versos coquetos que canta sobre un riff intermitente y un bajo cadencioso, sin dejar de lado el tipo de coro tan característico de la cantante. Esta canción y ‘When Emma Falls In Love’, balada que trata sobre una hermana mayor encantadora, son quizás las mejores descripciones del proyecto Taylor’s Version. Este ha servido de puente entre la juventud y el presente de Swift, siendo cuidado con el tipo de cariño que produce ver tus álbumes de fotos viejas y hojas desgastadas.
[ad_2]
Source link